Nunca me gustaron las normas. Siempre he creído que limitan la creatividad y frenan la libertad de expresión. Por eso encontré en el collage mi forma perfecta de crear: un arte sin reglas, donde todo es posible y lo inesperado toma protagonismo.

Durante años, creé collages llenos de color, explorando la espontaneidad y el caos como parte esencial de mi proceso. Pero todo cambió cuando descubrí la Inteligencia Artificial. Este nuevo mundo me permitió generar imágenes únicas, originales, y combinarlas con el collage tradicional. Fue ahí donde encontré mi propio estilo: una mezcla perfecta de técnica manual y tecnología, construyendo algo auténtico a partir de piezas que, en apariencia, no encajan.

Mi arte no sigue guiones ni fórmulas, pero sí refleja fuerza y determinación. Cada pieza es un reflejo de la libertad creativa, del equilibrio entre lo digital y lo manual, y de mi pasión por romper esquemas. Aquí no hay límites. Solo posibilidades.